¿No amamantas? Entonces AMARMANTA
¿Amamantas? Llévalo más allá y, AMARMANTA
Cuando nuestro bebe se alimenta exclusivamente de nuestra leche materna, pasamos algunas agonías como que:
- Se duerme y no quiere más y nosotras hemos producido leche como para alimentar a toda una guardería, esa leche se endurece y nuestro seno parece una piedra dura y pesada que nos produce dolor hasta para mover el brazo.
- Hay mal agarre del pezón y este se rompe, y cuando nuestra adorada criatura viene a succionar, ves estrellitas, cierra los ojos y necesitas armarte de amor y valor para soportar el dolor. Este se pasa cuando la saliva del bebe suaviza al pezón.
- Despierta varias veces en la noche y no podemos tener un sueño continuo y reparador.
- Durante el día, justo cuando quieres salir un momentito a la tienda más cercana, el bebé despierta y su llanto no para hasta que te sientes tranquilita a darle el pecho.
- Te aprieta el seno con su manito tan pequeñita, que te pellizca y te deja marquitas.
- Estás tensa pensando en alguno de los temas que nos ocupan a los adultos, y tu bebé llora hasta que llegues a estado de relajación mental, y física.
- Tienes que aguantarte las ganas de comer esa comida que le cae mal a tu bebé, porque de hacerlo, el llanto te atormentaría a ti y a toda la vecindad.
Pues sí, ser la proveedora exclusiva de alimento a un ser que depende de este, tiene su stress, es un emocionante episodio de nuestras vidas, prepararnos para ello, lo reduce.
Con esto no quiero espantar a las mujeres que aún no han amamantado, quiero animarlas a que lo hagan con preparación y consciencia del valor que tiene. Para eso, les comento algunas cositas.
- Hay técnicas de enganche del bebé al pezón, para esto, las consejeras en lactancia, sus talleres y páginas web son una bendición. También puedes buscar en la web, asociaciones que las certifican y las agrupan, para que además tengas una asesoría presencial.
- Habla con tu pediatra y consejera de lactancia materna para formarte en técnicas de lactancia, alimentación adecuada, como hacer y mantener un banco de leche.
- Tú eres quien amamantas, pero hay un equipo familiar y social que te ayuda. Pide ayuda, no te quedes con la idea de que mamá es una super mujer y hace todo. Desmonta el truco de la mujer perfecta. Puedes delegar las tareas de la casa, para que tengas más tiempo de atender a tu bebé.
- Tú pareja, madre, familiar, amiga, puede sacar los gases mientras tú descansas en esos días en los que se duerme poco.
- Que estés de permiso laboral no implica que ahora te encargas de la casa. Sigues necesitando ayuda. Tu pareja, tu familia, tus amistades pueden involucrarse y eso no te quita la conexión especial que tienes con tu bebé.
- Pide la ayuda que quieres, desde el cariño y la confianza de que te pueden ayudar, y expresándoles que a veces no estás segura de algo y estás pidiéndoles opiniones, para contrastarlas con tu criterio e información. No les estás pidiendo instrucciones para seguirlas al pie de la letra. Con eso no pretendes ofender, pretendes ampliar tu información para decidir algo.
- Cuando estés en casa prepara el entorno, siéntate cómoda, en una posición en la que puedas estar con los músculos distendidos, relajados. Puede ser acostada, sentada, en 4 patas, como quieras. Con mis hijas probé posiciones muy divertidas. Que me resultaban cómodas, me sentía a gusto y ellas también. Claro, que sean seguras, no vayas a asfixiar o ahogar al bebé.
- Cuando estés en un lugar público, si no estás en una de esas ciudades donde ya hay esfuerzos para apoyar a la lactancia con espacios cerrados y tranquilos, pues búscalo tú. Ve a un sitio, silla, acera, pasillo, y hazte tu rincón, tu cueva, para proteger a tu hijo de sentirse hiper estimulado y pueda ATENDER a la lactancia, y que tu estés cómoda.
- Sé consciente de que tu bebé aún no tiene lenguaje verbal. Su comunicación es super emocional y corporal. Comunícate con tu bebé mirándolo a los ojos, acariciándolo, cantándole canciones que te transmitan, alegría, tranquilidad y seguridad. Te recomiendo leer como nutrir tu cuerpo emocional.
- Cuida tus pensamientos, una manera de hacerlo es cantar, otra es hablarle a tu hijo, aunque sabes que no entiende tus palabras, sí entiende lo que estás pensando y sintiendo mientras hablas. En el articulo como nutrir tu cuerpo mental, puedes ampliar esta información.
- Tus pensamientos determinan la actitud a la hora de dar de tu leche, pensar que amamantar es AMARMANTAR, que es un acto de AMOR, que está en concordancia con valores de responsabilidad, salud, protección, unión familiar, humanidad. Hace que te prepares con atención y lo hagas contenta de poder hacerlo.
Todo pasa, y esto también pasará. Tu bebé crecerá, y vas a dejar de AMARMANTAR. Para pasar a AMARLIMENTAR. Feliz de la autonomía que irá adquiriendo tu hijo(a).
AMARMANTAR es para todas las madres, incluso las que no pueden dar de su propia leche. Si es tu caso, sigue también la rutina de preparar el ambiente, tus pensamientos, tu actitud, tu emocionalidad al momento de darle la leche que tu bebé esté tomando. Y también prepara a tu equipo de apoyo.
Es una etapa maravillosa que te demuestra la conexión especial que tienes con tu hijo(a). Te hace quedarte sin palabras para describir lo sublime de ese momento en que das de ti a ese ser que confía y agradece plenamente, inocentemente.
Espero haber contribuido a la valoración y cuidado de una relación que te traerá aprendizaje acerca de ti y de tu bebé.
Sigue diciéndote: TODO EMPIEZA POR MI
Mamá feliz, hijos felices
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Sobre la autora:
Emil Pacheco Sandrea, Coach Personal, te acompaña en el viaje a tu éxito, al viaje al centro de ti, donde está un baúl con tesoros esperando que les permitas salir.
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Emil Pacheco Sandrea
Coach Personal