La rutina, la rutina, LA RUTINAAAAA, esa de la que muchas veces nos quejamos y por la que rogamos tener vacaciones. Y luego en vacaciones, rogamos que vuelvan las clases y tener una cotidianidad más predecible.

La rutina está formada por las actividades que hacemos repetidamente. Es como un camino o ruta que al repetirla, se nos hace más controlable. Dependiendo del gusto o placer que nos dan esas actividades, nos cansamos o aburrimos de ellas más o menos rápido. Cada persona tiene sus particularidades.

Fíjate que lo que varía es la rapidez con la que te cansas. Pero hasta las actividades agradables corren el riesgo de que nos aburran o nos saturen. Como dice el dicho: EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO.

Seguramente te ha pasado que adoras la rutina de atender a tus hijos bebes pero darías lo que fuera para poder dormir 8 horas corridas. O que te encanta tu profesión y tu trabajo pero también te satura y necesitas el descanso de fin de semana y las vacaciones.

O que al convertir el hobbie de hacer tarjetas de invitación (o cualquier manualidad o actividad) en tu medio de ingreso económico, y hacerlo con mucha más frecuencia que antes, se volvió estresante.

Es que nuestra naturaleza evolutiva nos inclina por el cambio, sin embargo los hábitos,

la rutina nos aporta:

 

SEGURIDAD: Al sentirnos cómodas haciendo algo que ya conocemos.

ESTRUCTURA: Al darnos un método o pasos que seguimos, ya casi sin pensar.

ATENCIÓN: Al seguir un horario y método, no necesitas divagar, y preguntarte cada día ¿Qué haré hoy de comida? ¿Hago la compra hoy o mañana?. En vez de eso, pasas a atender l que ya estableciste en un horario y agenda, que ya evaluaste que es como mejor funciona tu casa.

EFICIENCIA: Al hacer algo repetidamente, cada vez lo haces más rápido y con mejores resultados. Por ejemplo cuando ya sabes lo que regularmente comes o cuando ya tienes pensado el menú de la semana. Puedes automatizar un poco la actividad, y hacer una lista de mercado que puedes usar semanalmente, y solamente ver que tienes y que te falta, en vez de pensar y tratar de recordar, semanalmente, que necesitas. Ganas tiempo y eficiencia.

RESULTADOS: La constancia, la repetición de una acción trae resultados más perdurables o sólidos. No es lo mismo ponerse una mascarilla para el rostro una vez al año, que ponerse una cremita a diario. Además, con la rutina, evitas olvidos y confusiones, por ejemplo, si todos los 15 de mes haces los pagos de servicios, pues por más enredada que tengas la agenda del mes, sabes que el 15 está apartado para eso. O si todos los enero, te haces exámenes médicos. Es menos probable que lo olvides.

Por supuesto, hablo de rutinas y hábitos en armonía con nuestros valores y proyectos de vida.

 

Es útil para nuestro bienestar, conocer y recordar el para que tenemos la rutina que tenemos. Lo que logramos con ella (formación, ingresos económicos, tranquilidad, unión familiar, etc).

De esta forma, estamos más PRESENTES en nuestro día a día.

Un truco para sentirte feliz con mayor frecuencia, es incluir en tu agenda, en tu rutina, entre tus hábitos:

 

  • Actividades que te generan emociones agradables como alegría, satisfacción, regocijo, ternura, etc.
 
  • Reuniones con amigas y personas que consideres beneficiosas, o placenteras para ti. Bien sea en el ámbito familiar o laboral.
 
  • Actividades que te generen sensación de logro, desde pequeñas caminatas para ejercitarte, hasta tareas dentro de un plan para alcanzar grandes retos profesionales, como asistir a clases de algún programa de formación, como practicar algo, etc.

 

 

Haz una lista de las actividades que responden a uno o varios de los 3 puntos que te acabo de dar y procura hacerlas con una frecuencia que se ajuste a tus condiciones de vida, y personalidad. Para que no te saturen.

 

Ya sabes, a algunas personas les complace el deporte, a otras el arte, a otras el aire libre, y así, cada una tiene sus gustos, ritmos y prioridades.

Aquí va otra vez la utilidad del autoconocimiento de la que te hablo con bastante reiteración, para abonar tu autoestima.

 

Por otro lado te digo que las madres necesitamos cambiar la rutina, dependiendo de la edad y el grado de autonomía de nuestros hijos. ¿Te ha pasado que una amiga o persona ajena a tu casa te diga que tu hijo ya está grande para usar las rueditas de la bici, o para usar pañales? A mí me pasó varias veces.

Ojo, no digo que porque otro venga a cuestionar la autonomía de tu hijo, tú debas responder a ello. Digo que los hijos crecen, que tienen etapas, y en ocasiones no notamos que ellos ya piden el cambio o en ocasiones ellos no saben o no llegan expresarlo, aun sabiendo hablar.

Así que estando atentas a sus señales de querer hacer algo por sí mismos, e informándote a cerca de las etapas de crecimiento, podrás reaccionar y adecuar tus horarios y rutinas a las etapas de crecimiento y autonomía de tus hijos.

Por ejemplo, si los bañabas a las 10 de la mañana cuando tenía 4 meses de edad, quizá cuando tiene 18 meses, necesitas bañarlo en la tarde, luego de los juegos o antes de dormir.

A veces estamos tan inmersas en la rutina que nos quedamos, allí como un disco rayado, y no detectamos ni respondemos a los cambios que están dando nuestros hijos.

Típicamente también nos pasa cuando viene la adolescencia, que no sabemos cuan niños son y cuan adultos son. Y ahí vamos surfeando, pero ese es otro tema, y no quiero desviarme y hacerte el artículo muy largo.

A los hijos también le hace bien las rutinas, empezamos con las rutinas de aseo, alimentación y juegos. Luego, al estar más grandes, incluimos hábitos escolares y de colaboración en casa. Los beneficios que la rutina nos da a nosotras las madres, también se los da a ellos.

Espero haberle lavado la cara, un poco a la rutina, y ahora puedas abrazarte a ella de forma más agradable y consciente. Con una actitud más motivante y no con una de fastidio.

Hacer un rutina de funcionamiento semanal, es un buen objetivo que puedes trabajar con sesiones de coaching. También te recomiendo leer: Como accionar sin postergar y Mamá, no dejes para mañana, entre algunos artículos que he escrito acerca de la organización del tiempo.

 

Sigue diciéndote: TODO EMPIEZA POR MI
Mamá feliz, hijos felices

 

Puedes contactarme para acompañarte personalmente en tus objetivos y superación de obstáculos en este enlace http://autoestimaparamamas.com/coaching/

 

Sobre la autora:

Emil Pacheco Sandrea, Coach Personal, te acompaña en el viaje a tu éxito, al viaje al centro de ti, donde está un baúl con tesoros esperando que les permitas salir.

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Emil Pacheco Sandrea

Coach Personal

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