El cuerpo perfecto, el matrimonio perfecto, el trabajo perfecto, la casa perfecta, la crianza perfecta, la madre perfecta, la mujer perfecta, la vida perfecta.

 

La perfección, a mi entender, está muy mal entendida por muchas de nosotras.

 

Hablo de la PERFECCIÓN porque podemos confundirnos, y al buscar la excelencia, creamos que lo que debemos buscar es perfección, y nos paralicemos al no tenerla, o nos castiguemos diciéndonos cosas que mellan nuestra autoestima.

 

Uno de los bloques que construyen o forman la autoestima está en lo que pensamos de nosotras mismas, y eso que pensamos, es lo que nos decimos. Y nos decimos miles de cosas durante el día, que pueden paralizarnos o impulsarnos a hacer o decir lo que queremos.

 

Es por eso que tener claro y diferenciado lo que es perfección y lo que es excelencia, puede contribuir a que dejes de decirte:

 

“No soy la madre perfecta para mis hijos y por eso mejor que los crie su abuela, y yo me dedique a autocastigarme diciéndome que no soy capaz de criar a mis hijos, y mejor me retraigo, participando cada vez menos en la crianza de ellos, restándome cada vez más autoridad en las decisiones que me competen como madre”.

 

Esta confusión no es nueva, nos viene desde pequeñas; pues nuestras madres, el sistema educativo y la sociedad, han estado confundidos.

 

Con el tiempo, he concluido que lo perfecto es lo adecuado.

 

Todo es perfecto… o nada lo es, falta ser lo adecuado para que funcione, o para lograr lo que quiero.

 

Puedes ser un destornillador, de materiales resistentes, forma ergonómica y funcional, pero si lo que quieres y necesitas en un momento dado es cortar algo rápidamente.

 

Pues puede que, dependiendo del material que quieras cortar, el destornillador lo corte, pero el corte no quedará preciso a menos que lo hagas con unas tijeras, quizá una tijera amellada, sin filo, haga un corte más preciso que el destornillador.

 

Pero si no necesitas precisión sino rapidez, y llegar a tener las tijeras te tomaría mucho tiempo, pues el destornillador será…

 

PERFECTO EN ESE MOMENTO Y EN ESE CONTEXTO DE NECESIDAD DE RAPIDEZ EN VEZ DE PRECISIÓN EN EL CORTE, Y CON ESE MATERIAL QUE NECESITAS CORTAR.

 

Otro ejemplo son los rompecabezas, imagínate un rompecabezas que cada una de sus piezas es de material resistente, de contornos exactos y de imagen nítida.

 

Sin embargo, para armar el rompecabezas, en cada posición, sirve solo una de todas esas piezas perfectamente fabricadas. SOLO UNA PIEZA ES LA ADECUADA.

 

Ahora vamos con tus hijos…La sociedad, tus vecinos, tus padres, tu suegra, tu, todos tenemos derecho a tener opiniones y que estas sean escuchadas y consideradas dentro de la convivencia.

 

Tú valorarás unas más que otras dependiendo de ti misma, de quien provengan, del momento, y del grado de conocimiento que tenga de ti esa persona.

 

Tú, de entre todos los seres humanos que tenían la posibilidad de ser madre de la persona que es tu hijo, tu eres la madre perfecta, la única pieza del rompecabezas que encajaba para armar la imagen en ese momento, en esa vida.

 

Peeero aún no hablo de excelencia.

 

La perfección paraliza, la excelencia moviliza

 

EXCELENCIA, me lleva a pensar en mejoría, en avance, en hacer algo cada vez más adecuadamente.

 

También te he dicho antes que, así como tener una guitarra no te hace guitarrista. Tener un hijo no te hace MADRE. Te hace mamá biológica, con minúsculas. (Puedes ir al artículo donde te explico esto.  http://autoestimaparamamas.com/2017/01/16/004-cuanto-vale-una-madre/)

 

La excelencia como madre es que no te quedes donde estás, que no te conformes con la maravilla de la biología, que te hizo la madre perfecta para tus hijos, y busques conocerte y conocer a tus hijos.

 

Para eso, necesitas observarte y aprender de ti. Al aprender de ti, de cuáles son tus fortalezas, de cómo hacer cada actividad más adecuadamente a cada circunstancia, estarás en el camino de la excelencia.

 

La excelencia se construye con preparación y práctica

 

Lo excelente para ti, es lo que te gusta. Puedes conseguir modelos a seguir y también crear tu propio modelo, por ejemplo, te gusta mucho cantar y tu modelo es un cantante de ópera, pues aprende y practica las técnicas de canto de ópera.

 

La excelencia como madre, pasa por la excelencia como persona…

  y para ti

¿Cómo es una persona excelente?

¿Cómo te gusta que sean las personas?

¿Qué haces para hacer como ellos hacen?

¿Necesitas aprender algo que ellos aprendieron?

¿Qué haces o puedes hacer para aprenderlo y practicarlo?

¿Qué necesita aprender tu hijo para que busque su excelencia?

¿Qué necesita tu hijo que tú le enseñes siendo tú su guía y modelo?

 

Fíjate que no te doy modelos de personas, porque ese modelo depende de ti, de tus valores, de lo que es importante para ti. Y así le pasa a cada persona.

 

Por eso trato de ser cuidadosa de no poner un modelo de madre, porque cada persona y cada madre, tiene una montaña que escalar, y múltiples caminos para subir a la cima.

 

¿Cuál montaña eliges subir? ¿Cuál camino seguir?

 

Puedo acompañarte en tus procesos internos de aceptación, perdón, comunicación y en general de mejoramiento personal. Puedes hacer CLICK AQUÍ y solicitar una sesión exploratoria de coaching.

 

Ánimo mamá, la vida es cada día

 

Mamá feliz, hijos felices

 

Todo empieza por tí

 

Sobre la autora:

Emil Pacheco Sandrea, Coach Personal, te acompaña en el viaje a tu éxito, al viaje al centro de ti, donde está un baúl con tesoros esperando que les permitas salir.

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Emil Pacheco Sandrea

Coach Personal

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