O mente sana en cuerpo sano, es una frase muy antigua y actualmente los neuro científicos cuentan con experimentos y tecnología que prueba la veracidad de esta frase; o sea, ya no es solo folclore popular.

Han probado, que realizar ejercicio físico frecuentemente y por un tiempo prolongado estimula la memoria y la producción de la proteína BDNF, que es un neurotransmisor que coopera en la comunicación entre las neuronas, y por lo tanto con la plasticidad cerebral.

La plasticidad cerebral, es la capacidad que tiene el cerebro de aprender, de cambiar y de repararse, de no quedarse solamente con lo que le viene dado por los genes, sino que es capaz de mejorar en función de que se adapta al ambiente, a las necesidades.

Hasta el punto de que en caso de que se pierda parte de las neuronas, por un accidente o enfermedad, otras son capaces de aprender la función que aquellas ejecutaban buscando mantener el funcionamiento corporal.

El ejercicio promueve la fabricación de hormonas que nos hacen sentir feliz y entusiastas, como la endorfina.

Aunque todos los ejercicios físicos son buenos, los más recomendados son los aeróbicos que incluyan memoria, coordinación, toma de decisiones, y trabajo en equipo, como el baloncesto, el futbol, el béisbol, el voleibol, etc.

Estos deportes oxigenan al cerebro y a todas las células del cuerpo y ejercitan las funciones cerebrales de recordar, y armar estrategias rápidas de respuesta.

Podrías pensar que son algo rudos para una persona mayor de 40 años, y que esto es más para tus hijos que para ti. Pues me parece excelente que promuevas el deporte en tus hijos.

Pero recuerda que dije que todos son buenos, así que, si no te sientes cómoda o no tienes facilidades para practicar estos deportes, puedes caminar, trotar o asistir a clases de aerobics.

Actualmente hay muchas técnicas y estilos para practicar ejercicios aeróbicos; siempre luego de consulta con un médico que les pueda aconsejar que tipos de ejercicios o movimientos evitar dependiendo con su particular condición física, vascular, articular, ósea.

SI ESTAS CONVENCIDA DE TODO ESTO ACERCA DEL EJERCICIO Y AUN NO TE BASTA PARA EJERCITARTE

  • Reconoce cual es para ti, el valor que satisfaces al ejercitarte, por ejemplo el valor, felicidad, salud, adaptabilidad, dignidad, autoestima, autonomía. Esto le dará un para que hacer ejercicio que te ayudará en esos momentos en los que quieres tirar la toalla y desistir.
  • Comprométete con alguien a hacer ejercicio, la vergüenza que nos da decirle que ya van 2 semanas que no hemos hecho ejercicio, nos pondrá en la urgencia de ejercitarnos. Muchas veces la urgencia es un gran motivador y lo sabes.
  • Reúnete con otros para hacerlo en compañía. Es cierto que hay las mujeres disciplinadas que no necesitan de nada ni nadie para hacer lo que se proponen, y las felicito por ello. Sin embargo también somos seres sociales y nos gusta compartir nuestras experiencias. Como dicen por allí, acompañados el camino es más entretenido.
  • Podrías considerarlo una píldora, parte de un tratamiento que te mantiene con vida y con las condiciones físicas que necesitas para disfrutar y trabajar para ti y para tu familia
  • Compara el tiempo que usas para ejercitarte con el que te consume otros hábitos menos productivos, y sustituye esos hábitos poco productivos, por el ejercicio.
  • Puedes empezar con una meta cortita, quizá 2 días a la semana, por 30 minutos, e ir haciendo espacio en tu agenda para aumentar tiempo y frecuencia.  Al menos una hora tres veces a la semana
  • Aprovecha los huecos de tu agenda, esos en los que te queda una hora en las que tienes que esperar algo o a alguien recurrentemente, y puedes hacer caminatas mientras se hace la hora.
  • Incluye a tus hijos, puede ser que camines mientras paseas a tu bebe en su carrito o cochecito, ejercítate en casa mientras tu bebe juega o hace sus tareas escolares. Llévalo a sus actividades andando.

Pero recuerda que es importante tener la atención de la mente puesta en el ejercicio, que tus pensamientos y la intención con la que te ejercitas, también cuenta y muchísimo. Un ejercicio hecho con la mente puesta en el almuerzo del dia siguiente no tiene el mismo efecto que uno hecho con la mente puesta en tus músculos y respiración

Complementa los ejercicios físicos, con proyectos personales que te reten en la medida que tú decidas, pero te mantengan motivado y activo en creatividad, en necesidad de generar ideas para resolver situaciones. Aprender a hacer algo que te gusta, reparar algo en casa, superar algún hábito incómodo, etc.

También la gimnasia cerebral es muy útil, hacer sudoku, sopa de letras, crucigramas, vestirse con la mano no dominante, y hay muchos ejercicios con los dedos de las manos que usas menos.

El deporte, la sana alimentación, el sueño reparador, el conocer y manejar inteligentemente nuestras emociones abonan y cuidan nuestra autoestima, nos mantienen saludables y funcionales para disfrutar plenamente nuestras vidas.

Activa tu endo-farmacia hormonal ejercitándote, el mejor ejercicio es el que se hace.

Invierte en ti, sin excusas, hazlo por ti y por tu familia, no esperes a estar destruida para empezar a ejercitarte. Y no te hablo de que te vuelvas atleta de competencia, cuando en realidad vas a hacer deporte a arrastras.

Te animo a que te des cuenta que la movilidad y fuerza que tienes ahora, se irá reduciendo si no haces ejercicios al menos para mantenerla.

         ¡Adelante. Ánimo!

         Y sigamos diciendo “Todo empieza por mí”

Para acompañarte en tus procesos internos de aceptación, perdón, comunicación y en general de mejoramiento personal. Puedes hacer click AQUÍ y solicitar una sesión exploratoria.

 

Emil Pacheco Sandrea

Coach Personal

www.autoestimaparamamas.com

 

Sobre la autora:

Emil Pacheco Sandrea, Coach Personal, te acompaña en el viaje a tu éxito, al logro de tus metas personales, al viaje al centro de ti, donde está un baúl con tesoros esperando que les permitas salir.

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