Esos “Yo No PUEDO…” que dices, son objeto de estudio y en este artículo vamos a encararlos.
Uno de los alimentos que nutren la autoestima es el “conocimiento” que tenemos acerca de nuestras capacidades y limitaciones. En muchas ocasiones ese “conocimiento” lo confundimos con opiniones que provienen:
1.- De otra persona, que por mucho que te quiera, pudo haber estado en un momento en el que no consideró todas las variables para darte esa opinión.
2.- De una persona que tiene una idea sesgada o negativa acerca de ti o de muchas otras cosas incluida tú.
3.-De ti misma, que en un momento de poco entusiasmo o poca preparación intentaste algo y no te salió muy bien a la primera, tal como querías. Y aun no te hayas dado la oportunidad de practicar con constancia.
Y de estas opiniones de procedencia dudosa concluyes, que tú definitivamente no puedes hacer tal o cual actividad, como:
-
No puedo estudiar
-
No puedo trabajar
-
No puedo vender
-
No puedo correr
-
No puedo llegar puntual
-
No puedo conducir autos
-
No puedo dejar de fumar
-
No puedo manejar la computadora
-
No puedo organizar mi tiempo
-
No puedo llevármela bien con mi jefe
Por allí dicen: ¿Cómo sabes que no te gusta si no lo has probado? Y yo te digo ¿Cómo sabes que no puedes si no lo has intentado? Y ojo, no te juegues sucio. Cuando vayas a intentarlo, procúrate el mejor acercamiento al logro. Es decir, primero infórmate, lee, recibe clases, mira a otros hacerlo y pregúntale sus tácticas y elige la que se adapte a ti. No te exijas hacerlo excelente a la primera.
Es diferente que digas, “No puedo vender”, a que digas: “Hasta ahora no he tenido genuino interés por vender o por aprender acerca de ventas”. ¿A qué cada una de estas frases te produce una sensación diferente? ¿A que la segunda te hace sentir mejor, con poder de decisión?
Ya antes te he recomendado cuidar tu lenguaje, observándolo, escuchándolo. Pues detrás de él están nuestras creencias, las cuales sigilosamente, inconscientemente van construyendo las circunstancias que hacen que tú digas: “¿ves? Te lo dije, yo no puedo vender ni pepitas de oro a un real?” o “ yo no puedo trabajar” o “yo no puedo ser ordenada”
Hay varias preguntas que es útil responder antes de llegar a la conclusión de NO PUEDO hacer tal o cual actividad. Te invito a que te las hagas
-
¿Qué has hecho para lograrlo?
-
¿Te has inscrito en algunas clases para aprender?
-
¿No puedes o no sabes?
-
¿Cuántas veces lo has intentado o practicado?
-
¿Cuán motivado estás para aprenderlo y hacerlo?
-
¿Qué te lo impide?
-
¿Qué estas dispuesta a hacer para lograrlo?
-
¿Comparado a cual escala o patrón modelo tú dices que no puedes hacer o dejar de hacer….?
Y si al final concluyes que no puedes hacer algo, que sea porque reconoces tus limitaciones o tus intereses. Y opta por la opción de decir, no me interesa hacerlo, no me gusta hacerlo, no quiero hacerlo, tengo otras preferencias.
Frases que aluden más a que es tu decisión, es tu elección no hacerlo o no dedicarle tiempo a aprender o a practicar algo, y que no lo harás ahora o que lo postergas por no ser tu prioridad en este momento. O que nunca lo harás porque simplemente prefieres dedicarte a otras cosas.
Esto te empodera, conserva tu sana autoestima, te aleja de la conclusión victimizante de NO PUEDO HACER ESTO Y NO HAY NADA QUE HACER. Pues sí puedes hacer lo que te propongas, si tú lo decides y para cuando tú lo decidas.
Y además recuerda que así como tienes limitaciones, también tienes fortalezas que entre todo hacen un balance que te define en estos momentos y que esta definición es cambiante a medida que te propones metas y cambios en tu vida.
Esta información de ti misma, te permite tomar decisiones, compromisos, decidir cómo y con que contribuir en un equipo o en una pareja y mucho más.
Y ¿Qué va a pasar cuando tu hijo(a) te diga: mami no puedo? … Por favor no le vayas a leer este artículo. Tú, como su máxima líder, con todo tu amor y confianza en él(ella) le harás preguntas como las de la lista de arriba, le invitarás a intentarlo y a aprender primero, le propondrás oportunidades para que practique. Y con esto le enseñarás a tu hijo(a) a no decir “NO PUEDO”, con ligereza y a construir una sana autoestima.
Excelente, la autoestima es algo muy personal y querer es poder…..Muchísimas gracias siempre estoy al pendiente de los correos y me gustan…..
A ti Yusmerli, gracias por tus comentarios y por tu actitud positiva
FELICIDADES, ME AYUDA MUCHO CON SUS ARTÍCULOS.GRACIAS.
Me alegra Nerida, gracias por hacerte presente comentando
Excelente publicacion la felicito .
Gracias a ti por participar con tu comentario!