UN TRUCO PARA USAR EL CEREBRO A TU FAVOR
Hay un ejercicio de auto observación con el que puedes conocerte más e ir conscientizando cual es el concepto que tienes de ti misma.
1.- Escribe 15 características que te gustan de ti, que piensas que haces bien, por las que te admiras, incluye características de tu personalidad, capacidades, lo que sabes hacer bien.
Sacarás mucho provecho de este ejercicio si lo llevas al siguiente nivel.
2.- Presta mucha atención a lo que te dices a ti misma mientras la haces, a que imágenes vienen a tu mente sobre ti misma, que recuerdos, que opiniones de ti, también atiende a que tan fácil se te hace completar la lista.
3.-Escribe eso que te dices, lo que te va llegando a la mente, adicional a la lista de 15 características.
4.- Pregúntate ¿para qué me sirve pensar u opinar esto acerca de mí? Mientras haces el ejercicio, permanece atenta a las opiniones sobre ti que saltan en tu mente, escríbelas y responde.
Por ejemplo, opino que es difícil encontrar algo admirable en mí. ¿Para qué te sirve esa opinión? Con ella ¿te lastimas o te halagas?. Además pienso que soy muy persistente buscando lo mejor para mis hijos. ¿Para qué te sirve esa opinión? Con ella ¿te lastimas o te halagas?
5.- Selecciona las que te son útiles y halagadoras y repítetelas, escríbelas y léelas en voz alta mirándote al espejo. Tu cerebro reaccionará a lo que piensas, no te hagas trampa, léelas cada vez más convencida de lo que lees.
Aquí va el truco… nuestro cerebro NO tiene la capacidad de distinguir claramente entre estímulos reales y estímulos imaginados, es decir, si imaginas que te sucede algo muy malo, probablemente llorarás o te sentirás triste. Si en efecto te sucede algo que te produzca tristeza como la perdida de algo o alguien que quieres, también te sentirás triste y probablemente llorarás.
Puedes verificar con los actores de teatro, como una de sus técnicas para llorar o reír es recordar o imaginar episodios tristes o alegres, según lo que deseen hacer.
Ciertamente nuestras conductas (acciones y palabras verbalizadas) dependen de la química de nuestro cerebro y de nuestra carga genética. Esta química cerebral puede ser modificada con fármacos, con nuestras emociones y con nuestros pensamientos. Usamos el lenguaje para pensar, y si lo dudas, trata de pensar sin usar ni una sola palabra. Trata de hacerlo sin imágenes. Un poco complicado ¿no?.
De estas características del cerebro y del pensamiento se deriva el poder de las palabras.
Un viejo escrito filosófico dice: cuida tus pensamientos pues se convertirán en tus palabras, cuida tus palabras pues se convertirán en tus acciones, cuida tus acciones pues se convertirán en tus hábitos, cuida tus hábitos pues se convertirán en tu carácter, cuida tu carácter pues se convertirá en tu destino. Unos se lo atribuyen a Ghandi, otros a Lao Tzu.
Cuida lo que te dices y cuida lo que crees acerca de lo que los demás opinan de ti.
Es importante que sepas que hay una diferencia entre opinión y conocimiento. Muchas personas podrían opinar de ti, pero pocas pueden decir que te conocen, aún más, solo tú conoces todos tus pensamientos, sentimientos, emociones, y opiniones.
Las opiniones son interpretaciones de un hecho, mientras que el conocimiento describe, mide y demuestra ese hecho. De todo lo que digas y hagas siempre habrá personas que opinen que les gusta mucho, o poco; y personas que opinen que les desagrada mucho, o poco.
Todos tenemos defectos, la perfección no existe, lo importante y lo que hace la diferencia en tu andar en el crecimiento humano, es reconocer estos defectos y ocuparte de ellos constantemente para controlarlos y/o superarlos.
Todos tenemos virtudes, y es importante reconocerlas y ocuparnos de pulirlas, o mejorarlas. Cuando necesites o quieras sentirte animada y auto aceptada, recuerda tus virtudes. Ya tienes una lista de ellas, que se hará más larga a medida que vas creciendo y construyendo la mejor versión de ti misma, atendiendo a tu ritmo y considerando tus prioridades.
Puedes practicarlo hoy mismo y repetirlo en 3 meses o 6. En ese momento podrás evaluar qué cosas han cambiado, revisar si se te hace más fácil o no, o si en vez de 15 características puedes escribir 30, o más. Recuerda que la vida es cambio y somos seres humanos vivos y en constante cambio.
Cuando hayas hecho este ejercicio varias veces, atrévete a pedirles a tus hijos que hagan la lista, puedes aplicarlo a tus hijos adolescentes o mayores de 7 años que puedan escribir, y a los más pequeños, diles que los amas y felicítalos con entusiasmo cuando actúen bien.
Comparte la lista y refuérzales su autoestima, será excelente para ellos, te aportará información y los ayudarás a conocerse mejor. Seguro te habría gustado haber conocido herramientas de autoconocimiento y autoestima hace mucho tiempo ahorrándote malas experiencias.
Emil Pacheco Sandrea
Coach Personal
www.autoestimaparamamas.com
Sobre la autora:
Emil Pacheco Sandrea, Coach Personal, te acompaña en el viaje a tu éxito, al logro de tus metas personales, al viaje al centro de ti, donde está un baúl con tesoros esperando que les permitas salir.
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buenisimo e interesante